El verano pasado empecé a practicar yoga. De forma suave y en modo básico, con los vídeos de youtube de Yoga with Adrien. A principios de este año notaba que mi cuerpo avanzaba poco a poco y empecé a darme más caña. Vídeos más duros, asanas más avanzadas… Como aún así no era suficiente me apunté a un centro de yoga cercano a mi casa. La modalidad de yoga de ese centro es el Iyengar, que dista mucho de ser mi favorita, ya que es un yoga más estático (no por ello menos duro), de mantener la pose hasta que te tiembla el cuerpo, y sin continuidad cuando se pasa de una postura a otra. Yo prefiero un yoga más dinámico y más fluido. Creo que algunos dolores que tengo de sobreestiramiento vienen desde que practico en ese centro, porque coinciden con la fecha en la que empecé (abril)… Aun así cómo es el único lugar que he encontrado en mi pueblo para practicar yoga seguiré yendo de momento pues me ayuda a perfeccionar las asanas del yoga que practico por mi cuenta y de forma autodidacta.
Como mi cabeza quiere avanzar muy rápido y mi cuerpo no tanto, he decidido empezar a escribir un diario de yoga. Leí esta recomendación en un blog y me gustó la idea. Así cuando me frustre porque alguna asana no me sale, plasmaré esa sensación, para luego releer y constatar mis avances, como me hace sentir la práctica, que cosas aprendo, cuales desaprendo, que puertas voy desbloqueando y adonde me va llevando todo.
A mi siempre me ha llamado la atención el yoga, hace un par de años me compré un libro, pero me parecía muy complicado esto de aplicar lo que leía a la práctica, tampoco tengo ningún sitio cerca donde impartan clases (es lo que tiene vivir en un pueblo) quizás me animo y pongo algún vídeo de los que ha mencionado, el problema es que para estas cosas no soy constante, la verdad, así que, os envidio por empezar estas cosas e ir avanzando!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo empecé después de que me hicieran la conización. Necesitaba algo que me centrase física y mentalmente. Encontré el yoga por casualidad y me atrajo, así que empecé a practicarlo en casa ya que estaba en tan baja forma y con la moral tan baja que no quería ir a un centro. He probado con muchas cosas, fitness, aerobic, pesas, footing (ahora llamado running 🙄)… Y en nada conseguía constancia. Sin embargo con el yoga ha sido distinto. Supongo que cada uno debe encontrar lo suyo, lo que le motiva. Una vez coges rutina y ves las mejoras, no te cuesta ponerte a ello, es más, lo haces con gusto y hasta te adiccionas un poco a ello.
Un beso 😊
Me gustaMe gusta