Las cosas malas te hacen cambiar de rumbo. Un giro inesperado y… Todo cambia. En alguna ocasión a mejor, otra a peor. Pero siempre, lo que te sacude es lo que te despierta. No digo que las cosas buenas no puedan suponer un gran cambio, de hecho, que te tocase la lotería supondría un nuevo planteamiento de vida, pero a nivel profundo, lo que te hace cuestionarte casi siempre es un revés. Y te preguntas si realmente te gusta la vida que llevas, si realmente estás viviendo según tu convencimiento o si te estás dejando llevar.
Una muerte, una enfermedad, una ruptura, quedarte sin trabajo… son cosas que te obligan al cambio. Que te toque la lotería sin embargo te da la opción: puedes seguir como siempre si así lo deseas, puedes cambiar algunas cosas o puedes darle la vuelta a todo tu mundo. Es tu elección. Pero lo que llamamos infortunios de la vida («infortunios» antes de saber si al final fueron una suerte), son los que te rehacen, sacando de ti un nuevo yo. Si el resultado de ese cambio es mejor o peor no lo sabremos hasta que lleguemos al final de la transformación.
Imagen sacada de We Heart It.
Cuánta razón, estamos en constante cambio aunque en apariencia no pase nada especial. Sin embargo, cuando la vida da un golpe, uno se pierde de vista a sí mismo… ¿y cómo saber cuándo hemos terminado de sufrir la transformación?
Me gustaMe gusta
Me gustó mucho tu Blog…me gustaría invitarte a ti y a tus seguidores a visitar y seguir mi Blog: «Inténtalo! consejos y actividades para ejercitar tu mente»…el link es http://blogmonicarapot.blogspot.com/ donde desde mi perspectiva como psicóloga educacional comparto consejos y actividades para ejercitar la mente de manera fácil para todos.
Me gustaMe gusta