Quizás una vida menos rutinaria… Aunque me siento segura en la rutina. Y siempre soy yo misma la que se resiste a cambiar.
La gente tiene hijos… ¿Será eso?, ¿me sentiría ya plena con eso? ¿Ya no tendría miedo a envejecer sola?
A mi alrededor no hay ni una relación de pareja sana. Siempre hay uno de los dos que intenta cambiar al otro… y someterlo. Menos mal que nosotros ya no somos así.
A veces pienso que me hubiera gustado llevar una vida llena de viajes. Tener una profesión que me divirtiera y me motivase, que me hiciera sentir que soy realmente buena en algo.
Llego tarde. Tarde para todo. Yo siempre he ido más lenta que los demás. Cuando los demás ya sabían lo que querían -y muchos de ellos han alcanzado sus metas-, yo aún andaba muy perdida. Lo sigo estando pero no tanto, o quizás más, no sé… Sigo teniendo diez años menos de los que tengo. Odio el paso del tiempo.
No se está mal en este limbo pero no sacia. No rellena todos los huecos.
A veces aún me imagino trabajando en uno de esos grandes edificios, llenos de oficinas, llenos de gente y actividad. Viviendo en una gran ciudad.
Viajar mucho. Viajando me siento feliz. Puedo reinventarme, conocerme, reconocerme. Si pudiera viviría de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo. Siempre llamando casa a un habitáculo distinto. Saboreando el presente, llenándome de él.
Me encantan estas camisetas de Hip Tee. De esas cosas que te hacen sentir positiva sólo con mirarlas. Ganas de salir a la calle y de hacer un bonito día.