Fotografía de Friedrich Seidenstücker (1882-1966), de su etapa Of hippos and other humans. No vendió una fotografía hasta los 46 años. Formado como escultor pero que acabó siendo fotógrafo. No salía de su casa sin su cámara, y fotografiaba el devenir cotidiano de su ciudad natal de la época, Berlín.
Me gustan las historias de vocaciones tardías. Odio la idea que nos inculcaron nuestros padres de que las cosas había que hacerlas de jóvenes. Acabar la carrera y encontrar un buen trabajo antes de los treinta para poder aún casarnos y tener hijos. Odio la frase «es demasiado tarde». ¿Qué más da cuándo descubres qué es lo que quieres hacer? Si lo importante es que tengas el coraje de hacerlo.
Un placer: Despertar de una siesta y tener varios mensajes de diferentes personas por leer en el móvil. Me gusta que se acuerden de mí.
Un dolor: Tu mejor amigo se ha echado novia y es el que menos se acuerda de ti desde entonces… Cada vez menos… Y va desapareciendo, y lo ves poquííííííííísimo; hasta que… se acaba convirtiendo en un extraño.
La ciudad de Elena 