Cuando pienso en encontrarle sentido a la vida -a mí vida- me viene a la mente la India. Me viene el recuerdo de conocidos, o imágenes de películas donde todo el que va vuelve iluminado.
Desde que vi la película Come, reza, ama, protagonizada por Julia Roberts, la solución para mí está en viajar.
Viajar te enfrenta contigo mismo y tus miedos. Te da la oportunidad de reinventarte, de ser como quieres ser sin el condicionante de las etiquetas que llevas a cuestas en tu mundo conocido.
Pero no todo el mundo es valiente para viajar -para viajar de verdad-. Viajar te saca de tu rutina, de tu burbuja, de tu mundo seguro y te lleva hacia lo desconocido.
Soy una cobarde que se enfrenta a su miedo a catástrofes aéreas, a ladrones de turistas, a enfermar lejos del hogar… Recuerdo que un día fui una valiente que viajó a la ora punta del mundo. Abandoné el miedo, cerré los ojos y me dejé llevar a un lugar muy lejano. La experiencia, todavía a día de hoy, no ha sido superada por ninguna otra, así que debo realizar -me debo a mí misma- otra gran expedición.