
Llama la atención la arena de color plomizo de Cala Boix. En una pequeña bahía flanqueada por acantilados y habitada por pinos se encuentra la cala con el agua más transparente que puedas imaginar.

Veníamos de la pintoresca Es Pou des Lleó, y, como allí no nos quisimos bañar, estábamos deseando refrescarnos. Al ser una playa poco concurrida y tranquila pudimos plantar las toallas cerca del agua. En cuestión de segundos ya estábamos disfrutando de un delicioso baño.
Cala Boix tiene unos 100 metros de longitud. Los extremos de la playa cuentan con adorables rinconcitos donde se goza de más intimidad. Es una playa con muchísimo encanto.
Tres chicas muy morenas y pizpiretas bajaron a la playa y se pusieron muy cerca de nosotros a vender trapitos de hermosas y frescas telas traídas de la India. Pantalones anchos veraniegos, vestiditos, blusas… Todo ello de hecho con tejidos vaporosos y de vistosos colores. Yo caí hechizada por los diseños y de haber llevado más dinero metálico encima me habría comprado un montón de cosas. Como sólo tenía para una prenda, me compré un precioso pantalón ancho y vaporoso. Rompí el hielo e inmediatamente se lanzaron más mujeres una tras otra hacía el montoncito de prendas que yacían sobre un pareo en la arena. Las chicas hicieron un buen negocio: que nosotros contáramos ¡vendieron unas 15 prendas en cuestión de 20 minutos!
Cala Boix es también un lugar ideal para quedarse a comer y degustar la cocina ibicenca (paella de marisco, bullit de peix, arroz con bogavante, pescado fresco a la plancha…) ya que hay tres restaurantes.

Nosotros elegimos el restaurante La Noria. En una hermosa y rústica terraza a la sombra de los pinos y con una vista espectacular a la cala, nos metimos entre pecho y espalda un exquisito arroz con bogavante. No habíamos reservado mesa pero no tuvimos ningún problema pues había sitio libre -tal vez porque ya eran las tres y cuarto de la tarde-. El servicio fue rápido, atento y cordial (en veinte minutos ya estábamos servidos y el camarero era un argentino muy simpático). El precio bastante asequible teniendo en cuenta la calidad-precio. Por un total de 66 € tuvimos pan con alioli y aceitunas (cortesía de la casa), dos cocacolas, paella de arroz con bogavante para dos y dos cafés.
Y para los que no conocéis Ibiza una importante información es saber como se llega a esta maravilla de playa…
Como llegar
Cala Boix se encuentra en el municipio de Santa Eulalia, a pocos minutos en coche de la localidad de San Carlos. La playa está muy bien señalizada. Sólo hay que coger la carretera que pasa por detrás de la iglesia de San Carlos y seguir las indicaciones. Aparca en el parking y baja unas empinadas escaleras hasta la playa.
Me encanta Ibiza, es tan preciosa! Y esta calita tiene una pinta, que envidia y genial la idea de los ceniceros, hay que mantener las playas limpias. Estoy deseando ver el pantalon que te compraste, espero que lo pasarais genial y a disfrutar del veranito!
Besos guapetona
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