Bucando por ahí cosas que inspiren mi día de hoy me he encontrado con el blog de Pablo Curto. Ingeniero de profesión y fotógrafo por vocación.
Me encantan las historias de las personas que han apostado por hacer lo que realmente les gusta. O más bien aquellas en las que el destino se planta delante de uno, lo coge de la mano y lo lleva paso a paso al lugar donde desea estar. Y Pablo pasó de estar un día hojeando una revista de moda en un quiosco, preguntándose qué se sentiría al ver su trabajo impreso en papel a, en tan sólo un año, comenzar a vivir ese sueño.
Y bueno, lo que me ha atraído a volar hacia aquí y colgar estas fotos después de indagar un poco sobre su autor, han sido las ventanas.
Desde pequeña me han apasionado las ventanas. atisbar fragmentos, momentos ínfimos, fotografías mentales de vidas ajenas. Siempre miraba hacia las ventanas para intentar ver algo de lo que ocurría a través de ellas. Cómo sería la vida de los que vivían allí. Cómo sería ver el mundo exterior cada día desde aquella ventana.
Encuentro muchas imágenes de ventanas. Gente mirando a través de ellas, las vistas entre sus marcos, ventanas de fondo… Me alegra ver que es algo que comparto con muchos: las ventanas.
Las fotos en las revistas de chicas pasándoselo pipa, disrutando de la vida, de un rayo de sol, de las luces en la noche de una gran ciudad con nuevas gentes a las que encontrar, nos han hecho soñar a todas. Y eso es lo que encuentro en las imágenes de Pablo Curto. Las ganas de sentirme joven y fresca, ligera, con deseos de disfrutar cada instante.
Os dejo algunas de las fotografías de Pablo Curto repartidas por este post. Si queréis saber más de él no dejéis de entrar en su blog, en el que además encontraréis otras cosas interesantes del mundo de la moda.
La ciudad de Elena 