Más fluir y menos preocuparse: Vivir

lepetitespace.blogspot.com1En realidad no tengo ningún motivo para quejarme por mi vida. El sol brilla en el cielo. La primavera despunta. Todo invita a salir a pasear. He hecho dos escapadas este invierno: Por fin he podido visitar mi soñada París y disfrutar de la luz especial de Menorca.

Mi pequeñísima pero gran familia aún duerme en la misma cama desde la que estoy escribiendo. La perrita empieza a moverse al notar que estoy despierta. Anhela su primer paseo, que suele ser demasiado corto y comer algo que no sea su comida de perrito.

Él duerme profundamente todavía. Es harto probable que hasta que yo no le traiga un café humeante a la cama no abra un ojo.

Aún me quedan cuatro días (contando hoy) de la semana libre después de siete noches seguidas de trabajo -siete noches, siete libres. No está mal ¿no?- Trabajar sólo medio mes me da mucho tiempo libre las semanas que no trabajo. Pero trabajar de noche agota. Estás en otro mundo, en otra onda, en otra dimensión. Mientras la mayoría del mundo descansa yo estoy al pie del cañón, y cuando todo el mundo despierta y empieza su vida yo me dirijo hacia mi descanso. Tengo la sensación de que ya nunca volveré a dormir como una persona «normal». Que siempre dormiré a ratos, y nunca estaré despierta al cien por cien.

El tiempo pasa tan veloz que es inútil intentar atraparlo y retenerlo. Como si de agua se tratase, vale más acariciarlo y dejarlo fluir entre los dedos que esforzarse por agarrarlo con las manos y frustrarse por tantos fallidos intentos.

Las decisiones que pospongo van perdiendo su lugar. Como la de tener un hijo. Siempre tuve la esperanza de que se despertase en mí ese deseo del que hablan la mayoría de las mujeres y eso me hiciera dar el paso. ¿Sentiría por ello que mi paso por este mundo es más relevante?, ¿me sentiría más llena o realizada por ello?, ¿o por el contrario añoraría los días en los que era libre?, ¿tal vez frustrada, desgastada y sin tiempo para pensar ni siquiera en lo que quiero hacer con mis días?, ¿dejándome llevar por las exigencias de otros aunque éstos fueran creados por mi? Quizás con diez años más de tiempo -los cuales no tengo- hubiera acabado pasando por el aro social de marido, hijos, hipoteca. Pero mi ritmo vital va por otro camino totamente distinto al que dicta el que la biología tiene dictaminado para el humano.

Bueno, creo que voy a preparar ya ese humeante café para que mi pequeñísima-gran familia vaya espabilando y los dos, juntos, demos a Kyna ese paseo que tanto la entusiasma.


Una respuesta a “Más fluir y menos preocuparse: Vivir

  1. Me encanta,muchas veces soy mas valiente para vivir a mi gusto…que pensar en tomar la decision de tener un bebe….es egoismo????no lo se,,,,pero soy feliz como estoy hoy a esta hora con mi chico al lado y mi perritoo en pies…gracias a este espacio xhaberme hecho sentir que no soy la unica…

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