Aunque vivimos en la era del escepticismo todavía se nos ponen los pelos de punta al oir hablar de conceptos como el vudú. Al hablar de vudú todos nos imaginamos inevitablemente al muñequito de tela, cuya confección compone ya en sí un ritual, hecho a imagen y semejanza de alguien de quien nos queremos vengar clavando agujas en diferentes partes del cuerpo del muñeco con saña como reflejo del mal que deseamos que ese otro sufra.
Esta práctica pagana fue llevada en el siglo XVI por los esclavos africanos a Haití en aquel entonces colonia francesa.
Pero el vudú no sólo consiste en la tortura de un muñeco de trapo. Danzas de vudú y diversos rituales y maldiciones fatales están asociados a este tipo de magia negra.
El mundo del vudú es un mundo oscuro y tenebroso en el que la invocación de diferentes espíritus es esencial para conseguir unos fines casi siempre promovidos por el odio.
Entre los espíritus más poderosos e invocados está Legba, que es el mediador entre el hombre y los demás espíritus. Damballah, el dios de la virilidad y la fuerza, Erzulie, diosa del amor, los celos y la venganza. Y uno de los más temidos y terribles es Samedi, conocedor de los misterios de la muerte al cual se le convoca para proferir terribles maldiciones sobre los vivos, o peor, para convertir en zombis a los que acaban de morir reanimándolos y condenándolos a vagar sin conciencia.
Estas creencias están basadas en el miedo y sus efectos son realmente macabros. ¿Funcionan realmente los rituales o si no eres consciente de que estás siendo víctima de algún cruel encatamiento no tienen poder sobre uno? Personalmente creo que estamos ante otra demostración más del poder de la mente ante la sugestión. De hecho se conocen casos de personas que ante la creencia de estar siendo víctimas de un maleficio de vudú se han hecho a sí mismos morir de pánico bajo un shock provocado únicamente por el poder de la imaginación.
A través de la danza también se realizan muchos rituales. Siempre me ha impresionado el estado de trance al que llegan algunas personas bailando a ritmos frenéticos. Al terminar la danza muchos de ellos lloran desgarradoramente aliviados por haber liberado su mal o rien de forma histérica. Desmayos, desorientación, mareos, vómitos, convulsiones… Son varias de las consecuencias de estas danzas eufóricas.
Aunque no todo ritual con danza significa que se esté practicando magia negra. El baile también es usado para entrar en comunión con la naturaleza y con nosotros mismos, o para desahogar el dolor y el sufrimiento, el amor, la plegaría o el luto, liberándonos así de las emociones más intensas y difíciles de soportar.
Últimamente me atraen cosas muy raras… ¡Buenos días! 🙂
Me gusta el cambio de tu blog, el cambio de tu espíritu y así mismo el giro que le has dado a lo que tú significas.Cuando dices que te gusta sentir el proyecto terminado, siento muy bien lo rica que nos llega esa sensación, el trabajo bien hecho e irte a dormir sabiendo que esa es la vida que quieres y lo que eliges!Bravo!!
Me gustaMe gusta
Muy buenas señorita =D..Gracias por pasarte por mi rinconcito 🙂 Yo estoy cotilleando un poquito el tuyo y me gusta mucho :P….La sensacion de terminar un proyecto creo que son de las mejores que yo por lo menos he vivido. Me siento, me relajo, me enciendo un cigarrillo y mientras miro al vacío pienso que la vida es maravillosa..Luego, más tarde…vienen las sorpresas :DUn besote
Me gustaMe gusta
Ser fiel a una misma, y sobre todo, tener valores propios con los que ser coherente es digno de admirar. Siéntete orgullosa de ser como eres. Hay muy poquitos que ni se plantean la mitad de lo que tú. Piensas! felicidades!besos sin ritual
Me gustaMe gusta